AYUDAS TÉCNICAS PARA LA REALIZACIÓN DE LAS ACTIVIDADES DE LA VIDA DIARIA

Las ayudas técnicas (AT) son “todo dispositivo, aparato o utensilio que ayuda a potenciar la autonomía personal de las personas con discapacidad, mediante elementos facilitadores, para acceder lo más posible a la normalidad, partiendo de la capacidad deficiente y transformando el entorno”.

Los principios que determinan el diseño de las ayudas técnicas son: 
  1. Uso equitativo, no discriminatorio. 
  2. Flexibilidad de uso. 
  3. Uso sencillo e intuitivo. 
  4. Facilidad de percepción de la información. 
  5. Tolerancia al error. 
  6. Esfuerzo físico reducido. 
  7. Tamaño apropiado.  
A la hora de elegir una ayuda técnica:
  1.  Se tendrá en cuenta el problema al que se precisa dar solución.
  2. Definir las necesidades a cubrir y valorar las limitaciones del individuo.
  3. Informarse sobre las prestaciones económicas que concede la Seguridad Social, las Comunidades Autónomas y/o los Ayuntamientos para su adquisición. Esta información la facilitan los Trabajadores Sociales de los Centros de Salud, de las Consejerías Sociales y de las concejalías de Servicios Sociales. 
  4. Valorar la oferta del mercado. La mayoría de las ayudas técnicas tiene un coste asequible y la relación calidad precio es buena. 
  5. Hacer un ensayo para comprobar si la elección ha sido la correcta. 
En el proceso de elección de la ayuda deben intervenir, siempre que sea posible:
  • Persona que va a utilizar la ayuda técnica.  
  • Familia.
  • Terapeuta ocupacional.
  • Médico y personal de Enfermería.
  • Rehabilitador y/o fisioterapeuta.
  • Trabajador social.