La música puede convertirse en un lenguaje de expresión y comunicación indiscutible, permitiéndonos manifestar y compartir sentimientos y emociones profundas. En el caso de enfermedades como el Alzheimer, a veces una canción, una pequeña melodía o un simple ritmo musical, les traslada al pasado o les trae al presenta mediante un grato recuerdo. La música como terapia del recuerdo, como instrumento para guiar y ejercitar la mente, es una de nuestras mejores herramientas de trabajo.
A pesar de que la enfermedad de Alzheimer es irreversible, la música les puede ayudar a reaccionar de manera muy directa ya que tiene un enorme potencial terapéutico. Lo último que pierde el enfermo de Alzheimer es su vida afectiva. Así, el sonido dulce de una flauta de pico, el tono de voz del cuidador, la manera delicada de cogerles la manos o ayudarles a moverse mientras la música suena, tiene una importancia muy destacada entre este tipo de enfermos, aunque tengan muy mermadas todas sus facultades.
A pesar de que la enfermedad de Alzheimer es irreversible, la música les puede ayudar a reaccionar de manera muy directa ya que tiene un enorme potencial terapéutico. Lo último que pierde el enfermo de Alzheimer es su vida afectiva. Así, el sonido dulce de una flauta de pico, el tono de voz del cuidador, la manera delicada de cogerles la manos o ayudarles a moverse mientras la música suena, tiene una importancia muy destacada entre este tipo de enfermos, aunque tengan muy mermadas todas sus facultades.
Por otra parte, un equipo de especialistas de la Universidad Escuela de Medicina de Boston realizó una investigación sobre los beneficios de música sobre la memoria de quienes sufren de la enfermedad de Alzheimer. Las conclusiones a las que llegaron son que la memoria podría verse beneficiada gracias a las canciones, ya que las personas con este mal parecen recordar mejor la información verbal si ésta es brindada en un contexto musical.
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